domingo, 20 de septiembre de 2015

Ansiedad

Tres gotas de sangre caen desde
la frente del artista cuando intentaba estar presentable ante la multitud. Sin
darse cuenta y sin saber porqué el tiempo empieza a acelerarse, las
palpitaciones suben y la sensación de pánico se apodera de su corazón y de su
garganta que empieza a cerrarse. Una lucha entre el cuerpo que se
empieza a rebelar contra el mismo ser y las ambiciones de la mente. Fué
solo un mal sueño. Sin sangre, mas si, con mucho sudor va al espejo que solamente
refleja la propia imposibilidad de poder escaparse del cuerpo. El tiempo aún
sigue atormentando  siendo el tirano de las responsabilidades. Mira el
ventanal, se pone un abrigo, junta los papeles y sale a fingir ser académico
porque otra posibilidad ante la mayoría de las ovejas no le queda.


Toma papel y lápiz en mano, y sin
darse cuenta otra vez empieza a sudar, solamente que esta vez el mundo empieza
a ponerse borroso. Empiezan las palpitaciones, el corazón y la garganta
empiezan a ponerse de acuerdo y por más que la mente intente luchar ha de
perder ante si misma. El tiempo se detiene, se aclara
todo. Fueron segundos humanos pero horas míticas para este joven. Su piel
vuelve a tomar color a mortal, intenta levantarse a entregar su examen y llega
a la mesa y sale a vivir otra vez entre el ocio y los narcóticos ocasionales
solo para intentar pertenecer a un mundo mágico del cual solo podemos leer e
imaginar o alucinarlo si lo intentamos con cualquier caballo psicotrópico.

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